El personal se fué derecho a lo de Miguel, algunos ni pisaron las pistas donde se hacía la fiesta, y pasó mucha gente, llegó, se fué, nos quedamos los de siempre, allí terminé de entregar los recuerdos del 2014, al señor Balle, el último que quedaba, dos años después, pero se entregó. En los dos sitios el trato fué cojonudo, por eso cumplimos con creces, después el retorno por Santa María de Nieva tranquilico detrás del Jota y tós en fila.......
jueves, 1 de diciembre de 2016
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