Salida a Humilladero y güerta.

Hemos sido más abuelos (enhorabuena Juan), hemos sentado un repúblicano en el sillón de un rey, hemos visto la procesión del señor de la tabla, la alternativa der niño er quinto, hemos pisado mierda de vaca, paseado por un pedregal con tacones, tomado un hotel al asalto, roto un futbolín, bailado con un yunquebox ú como se diga, resguardado carisimas prendas de montar en moto tapandolas con bolsas de plastico, algunos vimos en una pantalla gigante el baile de la "Lore Lore Macu Macu", un coche más cargado que los de los que pasan pá Melilla, una moto sin fuerzas que se volcaba cada dos por tres, hemos visto salir el sol, llover, pá ir hicimos la ruta larga, en el Torcal hicimos la ruta corta, otras veces no encontrabamos la ruta, se nombró un Capitán de Ruta, a los malagueños los volvieron en medio de la ruta, los "solteros" en un apartamento, los casaos en camas de 75, vimos en el cine el estreno de "el Hoyo" o como dicen ellos "el Torcal", nos retrataron unos guiris en media hora, comimos en tres, casi dejamos al camarero con los cafés en la bandeja, no hubo porras para todos, os contaré un secreto ahora, lo que cambiamos fueron las cerraduras de las puertas no las llaves, es más lioso pero hace más gracia ¿no?, bueno a los que no pudieron cerrar quizás nó. Autovía, nacional, comarcal, de montaña, rectas, curvas, subidas, bajadas, rapido, despacio, en moto, en coche, en carriolo pá los crios, a pie, vaya tres días y dos noches. Y solidarios que somos, igual ayudamos a arreglar una bicicleta que le tiramos los trastos a una camarera necesitá de que le suba el ego. Y esas mujeres sufriendo durante el día metidas en los poco agradecidos trajes de moto para por la noche transformarse cual orugas en graciles mariposas llenas de color y hermosura (y luego empiezan con eso de "ahora que me he peinado y arreglado ya no me pongo más el dichoso casco" ¿eh? ¿A qu´esquesí?), y los porrazos que pegan en el lao cuando vas mú ligero, sexo debil, sin respiración te dejan. Y lo que ha cambiado el cuento, antes iban a retocarse al lavabo, ahora te dicen "voy a echar un cigarro a la puerta".
Pasaron muchas más cosas, pero el final es que volvimos todos contentos, porque no pasó nada grave, nos divertimos, gastamos poco, comimos y bebimos bien y nos trataron de puta madre (gracias a Magdalena, Monica, la mujer de Vicen que no sé como se llama, Vicen y sobre todo Vidal que estuvo siempre atento a nosotros). Gracias a Bartolo por el tiempo que gasta en organizar y a la climatologia porque tuvimos de todo, sol, agua y viento, gracias a Dios faltó la que no nos gusta a ninguno, la tierra, que no la cató nadie ni levemente. Venga un besico.